Sólo sé que nunca sabré nada
del amor, tus cosas, tus desgracias,
de lo que me dices cuando me hablas,
sólo sé que nunca sabré nada.
De lo que hay oculto en tu mirada,
puede que me esté volviendo loca,
pero es que no entiendo qué te pasa.
Puse mi mundo en tus manos;
si te mueves yo me caigo.